Aliba adopción responsable.

Cuando adoptamos un animal para que forme parte de la familia, estamos asumiendo también una responsabilidad importante, por lo que la elección debería hacerse con el consenso de todos los integrantes de la casa y en completo conocimiento de los "pro" y los "contra" que conlleva dicha decisión.
Por supuesto que uno de los criterios más comunes para tomarla son los gustos personales. En este aspecto, los perros de raza gozan de todo el "aparato publicitario" para ser agradables a los ojos humanos. En su momento, Rin-Tin-Tin puso de moda a los Ovejeros Alemanes y Lassie a los Collies. También tuvieron sus películas los Dálmatas, San Bernardos, Siberianos y muchas otras razas.

Pero el protagonista de esta Web es el perro mestizo, el cruza, el "vago", el que tiene el pelaje del color de una raza con las orejas de otra, el cuzco cuya mezcla es tan difícil de descifrar que en realidad parece una raza nueva.

Tenemos que recordar que el perro actual es un lobo domesticado, y las más de 400 razas que están reconocidas en el mundo son un invento del hombre. Los expertos aseguran que si los humanos desaparecemos hoy del planeta, la especie canina evolucionaría a un animal de no más de 25 o 30 kilos, menudo y ágil, muy parecido al lobo originario, aunque tal vez de pelaje amarronado. Las razas "extremas", los muy grandes o los muy chicos, los de patas chuecas o los de narices chatas y mal olfato, no tendrían mucha oportunidad de sobrevivir en un ambiente hostil.

Pero los humanos, sin quererlo, hemos creado ese ambiente hostil y las llamamos "ciudades". Y los perros abandonados que viven en ellas sufren una selección natural que pasa inadvertida a simple vista. La ciudad es un ecosistema y como tal, somete a sus habitantes a numerosas pruebas de supervivencia, del que salen airosos sólo los más aptos.

En el caso de los perros en situación de calle, los más aptos son los más resistentes a las enfermedades, los que tienen viveza para aprovechar los alimentos y esquivar los peligros, los que saben acercarse al hombre y sociabilizar con él.

El perro mestizo y abandonado que ves deambulando en el barrio es un súper-viviente, fue sometido a cantidad de desventuras y sin embargo sigue ahí. Sus crías heredarán muchas de estas características y las transmitirán a su descendencia. Adoptando un perro de la calle te asegurás al menos esa capacidad de adaptación, esa fortaleza y esa necesidad de afecto que siempre demuestran.

Adoptando un perro abandonado hacés una obra de bien, porque le das a un ser vivo la posibilidad de una existencia digna. Y de paso, contribuís también con tu ciudad porque el animal que viva en tu casa será uno menos que esté suelto en la calle.

Hacé la prueba... Adoptá un cachorro abandonado y te aseguramos que no te va a defraudar.

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